Un día Meher Baba preguntó a sus “mandalies”, lo siguiente: – ¿Por qué la gente se grita cuando están enojados?
José iba en su nuevo automóvil, un gran Jaguar a mucha velocidad. ¿La razón? Llegaría tarde al trabajo si no corría. Su automóvil Jaguar rojo brillante, era una de sus mas preciadas posesiones, cuando súbitamente… ¡Un ladrillo se estrelló en la puerta de atrás!
Un profesor de ética, lleva a su clase varios objetos y los coloca en su escritorio. Increíble lo que hizo, no lo podrás creer.
Había una vez una princesa, que quería encontrar un esposo digno de ella, que la amase verdaderamente. Para lo cual puso una condición: elegiría marido entre todos los que fueran capaces de estar 365 días al lado del muro del palacio donde ella vivía, sin separarse ni un solo día.
Érase una vez la hija de un viejo hortelano que se quejaba constantemente sobre su vida y sobre lo difícil que le resultaba ir avanzando. Estaba cansada de luchar y no tenía ganas de nada; cuando un problema se solucionaba otro nuevo aparecía y eso le hacía resignarse y sentirse
Cuando el miedo toma la decisión por nosotros nos volvemos su esclavo, no tomamos el mejor camino, sino el más fácil, el de no hacer nada, el de huir, el de la zona de confort. Pero valiente no es aquel no tiene miedo, es aquel que a pesar del miedo
Dos hombres, seriamente enfermos, ocupaban la misma habitación en el hospital. A uno de ellos se le permitía estar sentado una hora todas las tardes para que los pulmones drenaran sus fluidos. Su cama daba a la única ventana de la habitación. El otro hombre tenía que estar tumbado todo
En la pequeña escuelita rural había una vieja estufa de carbón muy anticuada. Un chiquito tenía asignada la tarea de llegar al colegio temprano todos los días para encender el fuego y calentar el aula antes de que llegaran su maestra y sus compañeros. Una mañana, llegaron y encontraron la
En un reino lejano, hubo una vez un rey que colocó una gran roca en medio del camino principal de entrada al reino, obstaculizando el paso. Luego se escondió para ver si alguien la retiraba.
Un día, un magnífico caballo salvaje bajó las montañas galopando y entró en su granja atraído por el olor a comida. Descubrió que el establo estaba repleto de heno, zanahorias y brotes de alfalfa, así que ni corto ni perezoso, se puso a comer. El joven hijo del campesino lo