El perfeccionismo te conduce a vivir pensando en lo negativo, con lo cual se genera un clima a tu alrededor que condiciona todo negativamente. “No debería haberlo dicho” “¿Cómo actué así? No tendría que haber hecho esto” “Todo está mal. Mi vida es un fracaso. Nunca lograré nada. Soy un desastre”. Y estas voces negativas siempre estarán ahí intentando abortar tu propósito.
El perfeccionismo se centra en los detalles y pierde de vista el propósito.
¿Eres perfeccionista? Contestar SI o NO , según corresponda:
TEST DEL PERFECCIONISTA
- Cuando comienzo algo, me preocupa equivocarme.
- Tengo metas muy elevadas y difíciles de alcanzar.
- Intento evitar a toda costa la desaprobación de los demás.
- Cuando realizo alguna cosa, no me puedo relajar hasta que esté perfecta.
- Siento que, aún haciendo las cosas lo mejor posible, no es suficiente para los demás.
- Si cometo un error, siento que todo se arruina.
- Sé que tipo de persona debería ser, pero siento que nunca lo logro.
- De niño, aún cuando hacía las cosas bien, sentía que no llegaba a complacer a mis padres.
- Cuando consigo una meta, me siento insatisfecho.
- Me siento culpable o avergonzado si no hago las cosas perfectamente.
Si más de tres preguntas han tenido un SI como respuesta, entonces eres una persona perfeccionista. Pero hoy puedes salir de las garras del perfeccionismo para entrar en la excelencia. Responde sinceramente.
- ¿Con cuáles de esas características principales te has identificado?
- ¿Notas que se repiten en todas las áreas de tu vida o solo en algunas?
Hoy en día escuchamos a mucha gente decir: “Soy muy exigente conmigo mismo y con los demás”. Creen que el hecho de ser exigente o perfeccionista los va a conducir a la excelencia. ¡Eso es mentira!.
Extracto del libro “Emociones Tóxicas” de Bernardo Stamateas.
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